El vuelo oceánico de las arañas

 

El vuelo oceánico de las arañas



Las arañas pequeñas logran volar apuntando sus traseros hacia el cielo y liberando unos bluces de seda para generar sustentación aérea. Darwin pensó que la electricidad podría estar involucrada en este proceso cuando noto que los soportes de seda que la araña parecía repelerse entre si con fuerza electrostática, pero muchos científicos asumieron que los arácnidos, conocidos como arañas aeronautas o "ballonig" simplemente navegaban en el viento como un parapentes.

Unas de las rañas aprovechan las fuerzas electrostáticas para elevarse en el aire. Hace tiempo los investigadores consideran que en este curioso fenómeno intervienen dos mecanismos físicos: la fuerzas aerodinámicas del aire y las electrostáticas causadas por la atmósfera. 
Darwin se fijo en la manera en la q iniciaban el vuelo: cuando las arañas llegaban ala cima de un objeto, levantaban el abdomen hacia el cielo, lanzaban hilos de seda de dos o tres metros de largo y, despegaban según la horizontal con una rapidez más que notable. 
La fuerza correspondiente es proporcional a la velocidad del hilo relativa al aire y,  de manera aproximada, a la longitud del hilo.  Co un hilo de un metro y una velocidad asendente  al aire de 0,1 metros por segundo, la fuerza es del orden de un micronewton; esto es equivalente al peso de 0,1 miligramos. Por lo q bastan unas decenas de hilos para elevar las arañas más ligeras, cuya masa no supera los 5 miligramos o menos.  

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